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El dialogo en la narración

En los textos narrativos, no sólo se cuentan los sucesos que les ocurren a los personajes, sino también lo que han dicho o han pensado, y para ello se utilizan los diálogos.

Se pueden reproducir literalmente las palabras de los personajes, a través del estilo directo (se re­flejan textualmente las conversaciones). Esta forma de diálogo da mayor dinamismo y amenidad al relato, y permite un co­nocimiento más directo de los personajes. Los diálogos, se presentan por medio de rayas y con verbos introductores colocados en distintas posiciones (al principio, en el medio o al final). En ocasiones el verbo introductor no es necesario y se evita de este modo cierta mono­tonía en la introducción de los diálogos.

¿Llueve? -preguntó el conde, entristecido.
-No lo sé, majestad. ¿Puedo retirarme ya?

Estilo indirecto

 

También se pueden reproducir a través del estilo indirecto, en el que alguien (el narrador, un personaje) cuenta o reproduce la conversación. Aquí, el discurso forma parte de la narración. En consecuencia, se ven afectados por esta transformación: los tiempos verbales, las marcas ­de persona y los elementos que señalan el espacio y el tiempo. Lo que el personaje dice o piensa aparece introducido par la conjunción que o si

El conde preguntó si llovía; su paje le dijo que no lo sabía y pidió permiso para retirarse.

Estilo indirecto libre

A través del estilo indirecto libre, en el que se combinan el directo y el indirecto con el fin de reflejar los pensamientos del personaje. El discurso puede atribuirse de este modo al personaje y al narrador al mismo tiempo. Las marcas tipográficas del estilo directo (rayas o dos puntos) no aparecen; no hay tampoco verbo introductor. Sin embargo, los estados de ánimo conservan ­expresividad del estilo directo

El conde estaba entristecido. ¿Llovería?

Ejemplos

 

El dialogo en la narracion

Elmonologo

El dialogo

Dialogo literario

Dialogo no literario

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